Estamos absolutamente convencidas de que el amor no incluye el timing perfecto; sin embargo, algunas investigaciones sugieren lo contrario.
Y vivieron felices para siempre… ¿o no?
El amor debe fluir por sí solo y no planearse. Son muchos los factores que determinan cuándo, dónde y cómo se realizará el esperado momento de unir tu vida a la de tu novio.
Aún así, la ciencia afirma que existe una edad correcta para casarse y tener un matrimonio libre del divorcio y de dramas… ¿Será?
La respuesta es: ni tan joven, ni tan grande, por lo menos eso encontró el Insitituto de Estudios Familiares de Estados Unidos, que después de una larga investigación, afirma que el número mágico para tener un matrimonio estable es a los 32 años.
¿Que los llevó a esa conclusión?
Al parecer la edad es un gran factor en los riesgos de separación, el mismo estudio encontró que…
- Casarse a los 20, implica un 32% de riesgo a divorciarse.
- Entre los 20 y 24, la probabilidad es de 20%.
- De 25 a 29, el riesgo es de 15%.
- Pero de los 30 a 34, este promedio baja al 14%.
- Sin embargo, vuelve a subir a los 35 con un 19%.
A pesar de estos datos, hay muchos beneficios de casarse a determinada edad:
Casarse de los 20 en adelante implica que…
Son jóvenes y pueden crecer o disfrutarse desde muy temprana edad. Además tienen la energía para afrontar todo lo que venga.
Pero… No tienen la estabilidad tanto económica o emocional.
Casarse de los 30 en adelante implica que…
En promedio ya son personas establecidas, con ingresos económicos y la vida los ha llevado a aprender muchas cosas. Tienen más claros cuales son sus objetivos y sueños.
Pero… Contrario a lo que se podría pensar, el riesgo de infertilidad aumenta 15% desde los 30 y a los 35, se eleva a un 33%, asegura el Centro de Control de enfermedades y Prevención.
Casarse de los 40 en adelante implica que…
Serán una pareja independiente, ya sabrán una (o varias cosas) de la vida, y estarán dispuestos a sentar cabeza.
Pero… Si quieres tener hijos a esta edad la mayoría de las mujeres necesitan ayuda profesional para concebir.