lgunas de las mujeres que conozco parecen no tener problemas cuando se trata de hablar sucio. Pero, a pesar de esas excepciones, el dirty talk puede provocarnos ansiedad y nuestro desempeño sexual quizá se vea afectado; ¿qué pasa si eliges las palabras incorrectas y echas a perder el momento? O, peor aún, ¡¿qué tal si haces el ridículo con las cosas que estás diciendo?!
Pareciera ser que los hombres son mejores a la hora de hablar sucio (tal vez se deba a los años de experiencia en monólogos internos), pero es momento de que el sexo también resulte divertido para nosotras, y aprender cómo aplicar este lenguaje podría ser estimulante a fin de lograrlo. Cuando te sientes cómoda haciéndolo, verás que es una excelente manera de excitar a tu pareja. Las cosas seguro irán bien, sigue estos pasos y verás que podrás lograrlo.
PASO 1
Empieza con algo no muy subido de tono. Palabras como “he estado pensando en ti todo el día”, suelen ser muy excitantes si las susurras en su oído. O halágalo… en lo que sea (a ellos los vuelven locos los elogios). Háblale de su pecho, sus brazos, sus abs –si te gustan, este es el momento de confesárselo. Eso sí, no te lances a la acción; en este momento, mantente enfocada sólo en tu lenguaje verbal.
PASO 2
Tal vez él responda con algo como: “también he estado pensando en ti”. Entonces es la señal de que, con tu mejor voz tipo Scarlett Johansson, le preguntes qué es exactamente lo que ha estado pensando. Pon tus manos en sus ojos para que él pueda imaginar aquello con lo cual ha estado fantaseando (y así no necesitas verlo a los ojos mientras aprovechas para decirle cosas que harían sonrojar a tu madre. Es el momento para atreverte).
PASO 3
Ahora llega la hora de hablar. Si te sientes cómoda diciendo algo parecido a: “quiero tu __ en mi __”, ¡hazlo! Pero si apenas estás aprendiendo a ser verbal, entonces es mucho mejor que seas un poco más sutil. Si esta clase de creatividad no se te da mucho, piensa en su última noche juntos y dile lo que te gustó.(Ejemplo: “me encantó cómo me tocaste”. Funcionará también para que no repitan lo mismo y se atrevan a hacer cosas menos convencionales esta vez). Marca el camino y verás que él te seguirá.
PASO 4
Debes tener en mente que no se trata de que el dirty talk supere a la acción, ¡quieres ambas cosas! Pregúntale dónde desea que lo toques, o dónde quiere tocarte. Es como un show-and-tell para adultos. De esta manera le das la oportunidad –si él es más experto que tú en eso de la conversación sexual– de relajarse y que se atreva a hablar. La clave es dar pasos pequeños, pero seguros ¡y sexys!, sin caer en un lenguaje muy vulgar. Recuerda ese episodio de Sex and The City donde Miranda intenta hablar sucio y dice “te encanta tener un dedo en tu trasero”. ¡Ups! Eso no acabó nada bien. Así que si no quieres que pase algo parecido, atrévete, pero sé sutil.
PASO 5
No te quedes callada una vez que la ropa haya caído al piso. Este es el mejor momento para que te atrevas a usar este lenguaje; estás tan distraída en otras cosas, que se te olvidan los nervios. También es un buen momento para confesar una fantasía: juego de roles, bondage, etc. Y si él está haciendo algo que en verdad te gusta, ¡asegúrate de que lo sepa en ese instante! Es lo que más disfrutan.
PLUS: y en el inter… Una manera increíble de estimular el deseo sexual en tu pareja es mandándole mensajes de texto subidos de tono. Esto también es parte del lenguaje sexual, sólo que por escrito. Tal vez hasta te sea más fácil. Empieza por aquí y ve tomando confianza.
DOS & DON’TS
No es lo que dices, sino cómo lo dices
Recuerda que el hablar sucio no sólo involucra palabras o frases, debes valerte del volumen de tu voz y de sonidos como gemidos, suspiros y, de vez en cuando, un gritito (de placer, obvio, no lo vayas a espantar).
El momento correcto
No digas cosas que te hagan sentir incómoda, porque él lo notará. Si dices algo en el momento incorrecto o que no viene al caso, muy probablemente tendrás por respuesta una carcajada. Pero no te traumes, esto es algo para divertirse, así que no te preocupes si no te sale a la primera.
No te limites, pero…
Recuerda que el dirty talk no es una falta de respeto, sino un juego durante el sexo. Pero si hay algo que no te gusta o palabras que te ofenden, se vale que se lo comentes a tu pareja para que trate de evitarlo.